martes, 22 de septiembre de 2009

Dar y perder la vida

Hace muchos años,cuando trabajaba como voluntario en un hospital ,conocí a una niñita llamada Liz, que sufría de una extraña enfermedad.Su única oportunidad de recuperarse era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años,quién había sobrevivido a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña ,y le preguntó si estaría dispuesto a darle su sangre.Yo
lo vi dudar por un momento antes de tomar un gran suspiro y decir:"Sí,lo haré si eso salva a Liz".

Mientras la transfusión se hacia,él estaba acostado en su cama al lado de la de su hermana,muy sonriente mientras nosotros los asistíamos y veíamos regresar el color a las mejillas de la niña.De pronto el pequeño se puso pálido y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: "¿A quñe hora empezaré a morir?".

No había comprendido al doctor: pensaba que tendría que darle toda su sangre a su hermana. Y aún asi había aceptado.

Contribución de Sebastian Núñez y Lucía Posada a "La culpa es de la Vaca" de Jaime Lopera y Marta Inés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario